935 851 265 
621 253 220 
Las heridas del “boom” inmobiliario están lejos de haber desaparecido y en lo que llevamos de año 6.485 familias han perdido la propiedad de su vivienda habitual por no poder pagar la hipoteca, según los datos de las estadísticas de ejecuciones hipotecarias publicados hoy por el INE. En concreto, de marzo a junio fueron 3.165 familias las que perdieron su vivienda habitual, con una ligera reducción del 4,7% respecto a las 3.320 que sufrieron igual suerte en el primer trimestre.
Las ejecuciones hipotecarias este años están en los niveles más altos desde 2017, y en seis de los últimos siete trimestre se han vuelto a superar las 3.000 certificaciones de ejecuciones hipotecarias inscritas en los registros de la propiedad, según los datos del INE, cuando desde mediados de 2017 esta cifra había caído por debajo de las 2.000.
Los embargos están en los niveles más altos desde 2017
Fuentes inmobiliarias explicaron que el crecimiento de los últimos meses responde en parte a que la nueva ley hipotecaria y un sentencia del 2019 del Tribunal Supremo clarificaron los requisitos sobre las cuotas que habían de estar pendientes de pago para iniciar la ejecución, lo que ha llevado a fondos y entidades financieras a reactivar procedimientos que había parado por temor a que los juzgados los archivaran.
Las mismas fuentes explican que las entidades acreedoras han decidido también acelerar la toma de la propiedad de las viviendas ante la constatación de que ha acabado el ciclo alcista de los precios inmobiliarios: un retraso en la toma de posesión de los inmuebles hará que cuando puedan venderlos hayan de hacerlo seguramente a precios más bajos que los actuales.
En el semestre, se ha iniciado también la ejecución hipotecaria de 1.477 viviendas propiedad de personas físicas que no son residencia habitual de sus propietarios, principalmente segundas residencias.
La mitad de las hipotecas ejecutadas se concedieron entre 2005 y 2008
Según los datos del INE, el 49,7% por ciento de las ejecuciones de viviendas iniciadas en lo que va de año corresponden a hipotecas concedidas entre 2005 y 2008, en pleno boom inmobiliario, con 2007 como el peor año: de ese año vienen más del 16% de las hipotecas ahora ejecutadas.
Por comunidades autónomas, por su parte, las más afectadas son las que con más intensidad vivieron la burbuja: Andalucía (2.040 viviendas), Comunidad Valenciana (1.564) y Catalunya (1.455), que concentran el 51,6% de los procedimientos. En muchas zonas de estas comunidades los precios de la vivienda siguen estando más de un 20% por debajo de los de la burbuja, por lo que quienes compraron pisos esos años no pueden siquiera vender la vivienda para deshacerse de la deuda, como si pueden hacer los propietarios en las zonas donde los precios se han recuperado.
Las peores
Andalucía, Comunidad Valenciana y Catalunya concentran el 52% de los embargos
El INE recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca que se inician terminan con el lanzamiento de sus propietarios y que una vivienda puede estar gravada por más de una hipoteca por lo que en el procedimiento judicial podría haber varias certificaciones de ejecución.
En total, en el segundo semestre se han iniciados 7.115 ejecuciones hipotecarias, lo que supone un 10,7% menos que el trimestre anterior y un 27,4% menos que en el mismo trimestre de 2021. Las que afectan a viviendas supusieron el 64,6% del total y un 10,4% eran viviendas propiedad de personas jurídicas, como promotores o inversores, con 739 ejecuciones en el segundo trimestre, un 60,2% menos que el año pasado. Por su parte, otras 2.500 ejecuciones hipotecarias afectaron a otro tipo de inmuebles urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, etc.) a solares o a fincas rústicas, el 28% del total.
Rosa Salvador-