Requisitos de la ley segunda oportunidad
La insolvencia de buena fe es un requisito fundamental en el proceso de la ley de segunda oportunidad. Esto implica que el solicitante debe demostrar de manera convincente que su situación financiera precaria no es resultado de acciones fraudulentas o negligentes de su parte.
El deudor, no debe haber participado en actividades que hayan contribuido de manera deliberada a su estado de insolvencia.
Además, se exige que el solicitante no haya sido previamente declarado culpable de delitos económicos. Esto incluye conductas como el fraude, la malversación de fondos u otras prácticas ilícitas que puedan afectar negativamente a sus acreedores.
Otro requisito importante es demostrar la incapacidad real para hacer frente a las deudas. Esto implica evidenciar que, con los ingresos actuales y previstos en el futuro cercano, resulta imposible cumplir con las obligaciones financieras existentes. Esta demostración de falta de viabilidad financiera es crucial para justificar la necesidad de acceder al proceso de segunda oportunidad y obtener el alivio de la carga de las deudas.